China está desarrollando más de la mitad de la capacidad mundial de nuevas minas de carbón, lo que representa un riesgo significativo de aumento de emisiones de metano, según un informe de Global Energy Monitor (GEM). Estas nuevas minas podrían producir 1,280 millones de toneladas métricas de carbón al año, y el 35% de esa capacidad ya está en construcción, lo que podría incrementar la producción en tres a cinco años.
El informe subraya que esta expansión contrasta con los compromisos de China de alcanzar la neutralidad de carbono, ya que el país es responsable del 70% de las emisiones globales de metano provenientes de grandes minas de carbón. Si se completan los proyectos en curso, esta cifra podría aumentar al 75%. El metano es un gas de efecto invernadero particularmente potente que ha contribuido significativamente al calentamiento global desde la Revolución Industrial.
China, que es tanto el mayor productor como consumidor de carbón en el mundo, alcanzó un récord de 4,660 millones de toneladas de producción de carbón en 2023. Esto demuestra cómo, a pesar de sus objetivos climáticos, la ampliación de la capacidad de producción de carbón sigue siendo una prioridad política para el país, impulsada principalmente por empresas estatales que se benefician de contratos a largo plazo que garantizan su rentabilidad.