Desde el inicio de sus operaciones, la división Chuquicamata Subterránea ha sido pionera en la implementación de políticas inclusivas, promoviendo un ambiente de trabajo diverso y fomentando una cultura de igualdad y respeto. Este compromiso ha posicionado a esta unidad como un referente en la industria minera, especialmente en las áreas operativas, donde a nivel nacional el promedio de participación femenina es de 15,2%.
Chuquicamata Subterránea ha alcanzado un hito significativo al lograr un 35% de participación femenina en el área de operaciones. En un sector tradicionalmente dominado por hombres, este logro representa un avance sustancial y refuerza el compromiso de Codelco con la equidad de género. Para celebrar este logro, se realizó una ceremonia simbólica en el interior de la mina subterránea, liderada por Mary Carmen Llano, vicepresidenta de Gestión de Personas, y René Galleguillos, gerente general (i) de Chuquicamata, junto con los presidentes de los sindicatos Rol A y Rol B de la división.
“Este 35% es una meta corporativa que tenemos a 2027 y se cumplió en 2024 en un área que es operativa y que demuestra el futuro de la minería. Por lo tanto, representa un cambio fundamental y un avance importante para la minería, para Codelco y para el país”, expresó la vicepresidenta Llano.
Promoviendo la Inclusión y Diversidad
Desde sus inicios en 2019, Chuquicamata Subterránea ha promovido un ambiente de trabajo inclusivo y ha implementado políticas y programas para atraer y retener talento femenino. René Galleguillos destacó los esfuerzos realizados para alcanzar este número, enfatizando que, más que una cifra, es la base para conformar equipos diversos que permiten hacer mejor las cosas, ya que las mujeres aportan una visión distinta y complementaria a la organización.
Programas de Incorporación Femenina
En 2020, Chuquicamata implementó el primer programa de aprendices, sumando las primeras mujeres jefas de turno a la operación. En 2021, se incorporaron las primeras integrantes del Programa Graduadas y, en 2023, se inició el primer proceso de reconversión femenina, en el que las trabajadoras de mina rajo se especializaron en equipos de minería subterránea.
Bitsabit Vega, instructora de maquinaria de perforación jumbo e integrante del primer programa de aprendices, ha sido parte fundamental de este proceso. “La división, y sobre todo en la mina subterránea, nos dan la chance para ir surgiendo. Es un proceso que permite adquirir experiencia y evolucionar; acá no sólo hay instructores hombres, sino que, también, mujeres”, comentó.
Por su parte, María Belén Acuña, operadora de LHD que ingresó como aprendiz a inicios de 2023, destacó: “Es un sueño que comenzó hace dos años; yo no tenía experiencia y sólo postulé con las ganas de emprender y salir adelante. Ahora, estar acá, me hace sentir una ganadora”.
Desafíos y Logros
Uno de los grandes desafíos de este proceso de poblamiento del área fue integrar equipos equilibrados en conocimientos y habilidades, desarrollando distintos procesos para alcanzar los niveles técnicos y profesionales requeridos por los cargos. Óscar González, instructor de equipos y operador reconvertido de mina rajo, señaló: “Uno estaba acostumbrado a un mundo de hombres, pero poco a poco ellas me enseñaron a mí. Fue una simbiosis”.
Finalmente, Zenaida Ramírez, aprendiz que se sumó en diciembre de 2023 la participación femenina en Chuquicamata Subterránea, resaltó el proceso de incorporación y comentó que ser parte del Programa de Aprendices “ha sido un gran desafío. Mis expectativas son crecer profesionalmente y como persona, mantenerme en Chuquicamata Subterránea y seguir adquiriendo conocimientos”.
Este significativo avance en la inclusión femenina no solo marca un precedente en la industria minera, sino que también establece un estándar para futuras generaciones, promoviendo una minería más diversa, equitativa y sustentable